Los desgarros de la piel son un problema importante para los pacientes y los profesionales de la salud (PS) que los tratan. Pueden ser heridas dolorosas que afectan la calidad de vida y causan angustia al paciente. Los desgarros cutáneos pueden aumentar la probabilidad de hospitalización y prolongar el tiempo de hospitalización. Las estimaciones de su prevalencia difieren en todo el mundo y según las áreas asistenciales, pero pruebas sólidas indican que en realidad ocurren con mayor frecuencia que las lesiones por presión (Carville et al., 2014; LeBlanc et al., 2016).
A pesar de esto, en los últimos años, se ha registrado un creciente interés y aumento en las investigaciones sobre los desgarros de piel; el Panel Asesor Internacional de Desgarros de Piel (ISTAP, International Skin Tear Advisory Panel) ha identificado brechas clave de conocimiento y áreas comunes de percepción errónea entre los clínicos, con el fin de mejorar las intervenciones y los resultados clínicos.
El ISTAP convocó a un grupo de expertos de Europa, América del Norte, América del Sur, Asia, África y Australia, que se reunieron en noviembre de 2017 para elaborar unas recomendaciones de reconocimiento internacional para la prevención y el tratamiento de los desgarros de piel, con definiciones y terminología actualizadas.
Los desgarros de piel ocurren en varios grupos de pacientes; pacientes con piel envejecida y frágil tienen mayor riesgo de desgarro cutáneo y el envejecimiento de la población mundial significa que su incidencia está aumentando. Sin embargo, el grupo de expertos se centró específicamente en el tema de los desgarros de la piel del paciente adulto mayor ya que la mayoría de las investigaciones se centran en esta área, y se destacó la necesidad de más investigaciones en otros grupos de pacientes.
Después de la reunión, se elaboró un borrador del documento, que fue sometido a una extensa revisión por parte del grupo de trabajo de expertos. Asimismo se consultó a expertos internacionales para reflejar la práctica en diferentes partes del mundo. Esto culminó en un consenso de todos los miembros del extenso grupo de trabajo de expertos sobre todas las declaraciones presentadas en el documento.
Este documento debe proporcionar a los profesionales de la salud la información y los recursos que necesitan para valorar, clasificar y tratar (y prevenir) en la práctica los desgarros de la piel con confianza.
